Dispuestos en estrella alrededor del borde del calibre, los puentes calados, achaflanados y satinados crean la impresión de una explosión relojera, así como una sensación de ritmo y control. Colocados a intervalos regulares, estos puentes son idénticos en forma pero diferentes en tamaño y reflejan la herencia estética de los cronómetros de John Arnold. También ilustran el saber hacer de la “Manufactura” Arnold & Son.