Integrantes de la Patrulla Águila del Ejército del Aire que sobrevolaron la Plaza del Obradoiro el domingo, 25 de julio, mantuvieron el día 23 un encuentro con aficionados a la aviación, convocados por Jael Joyería y Breitling, en el Real Aeroclub compostelano.
Al evento asistieron la totalidad de los pilotos de la patrulla, con el coronel Pedro Díaz al frente, así como Chema Fernández, director de Jael Joyería, y María Blanco, del departamento de Marketing de la marca relojera. Por parte de Jael Joyería estuvieron también presentes Tachi Fernández, de Santiago, y Tono Caravel, director en A Coruña.
La Patrulla se desplazó a Santiago para participar en los actos conmemorativos del día del Apóstol, cuando compostelanos y visitantes pudieron disfrutar del vuelo acrobático y distintos tipos de formación de las 7 aeronaves que la componen. La unidad, integrada por un jefe, 7 pilotos titulares y pilotos de reserva, utiliza aviones C-101 que entraron en servicio en España hace 40 años. Realiza acrobacias aéreas y pinta los cielos con los colores de la bandera española para conmemorar importantes eventos en todo el territorio.
Poco después de su llegada al Aeropuerto Rosalía de Castro, integrantes de la Patrulla se trasladaron a las instalaciones del Real Aeroclub de Santiago para participar en un encuentro informal con un grupo de aficionados a la aviación convocado por Jael Joyería, distribuidor en Santiago y A Coruña de Breitling, marca relojera suiza estrechamente vinculada a esta unidad del Ejército español. Para asegurar el cumplimiento de las medidas de aforo y protección contra la covid-19, en el encuentro participó un número restringido de invitados con confirmación previa de asistencia.
La prestigiosa marca suiza de relojes colabora estrechamente con la Patrulla Águila desde hace 28 años, una alianza que mantiene también con otras patrullas militares europeas como los Frecce Tricolori en Italia, la Patrouille de France en Francia o la Patrouille Suisse en Suiza. Ninguna otra marca tiene vínculo con la aviación tan duradero como Breitling. Ya en las décadas de 1930 y 1940 Breitling suministraba relojes de a bordo y otros dispositivos para aeronaves. En los años 60 y 70 del pasado siglo algunas de las aerolíneas internacionales de más prestigio siguieron confiando sus relojes de a bordo a Breitling, que también ha participado en la carrera espacial, como en la misión del Proyecto Mercury del 24 de mayo de 1962, cuando el astronauta Scott Carpenter llevó al espacio el primer cronógrafo de pulsera suizo.