El color del diamante es uno de los factores más importantes a considerar al evaluar la calidad y el valor de esta piedra preciosa. El color de diamante en el que todos pensamos es ese aspecto completamente cristalino, pero hay muchas más tonalidades de las que podemos imaginar.
El color del diamante se refiere a la presencia o ausencia de color en un diamante blanco, afectando directamente su apariencia y brillo. Aunque los diamantes pueden parecer incoloros a simple vista, la mayoría contienen trazas de color, generalmente en forma de tonos amarillos o marrones. Estos matices resultan de pequeñas cantidades de elementos como el nitrógeno presentes en la estructura cristalina del diamante durante su formación. Cuanto más incoloro es el diamante, más valioso y raro tiende a ser, ya que permite una mayor refracción de la luz, consiguiendo ese brillo tan intenso y atractivo que buscamos en todas las joyas de lujo.
La evaluación del color de un diamante se realiza bajo condiciones de iluminación controladas y se compara con estándares preestablecidos para determinar su grado de color. Los diamantes que presentan una mayor cantidad de color se consideran de menor calidad en comparación con los que son completamente incoloros. No obstante, la percepción del color del diamante también puede verse influenciada por el entorno en el que se coloca la piedra, como el tipo de metal en el que se monta, que puede resaltar o disimular ciertos matices. Por ello, entender qué es el color del diamante y cómo se valora es fundamental para apreciar y elegir adecuadamente este tipo de piedras preciosas en la joyería. Los diamantes de colores diferentes al transparente, amarillo o marrón son los conocidos como diamantes fancy, que pueden tener desde tonalidades verdes hasta rojas o azuladas.
Los diamantes incoloros de grado D a F son los más valorados por su claridad y pureza. Estos diamantes permiten que la luz pase sin obstrucciones, creando un brillo espectacular. Son extremadamente raros y buscados, ideales para joyas de compromiso de alta gama, como los anillos Recarlo o los solitarios Damiani, donde la perfección es crucial.
Los colores de diamantes de grado G a J presentan ligeras tonalidades que son difíciles de detectar a simple vista. Ofrecen un gran equilibrio entre calidad y precio, manteniendo una apariencia clara y un buen brillo de diamante.
Los diamantes de grado K a M presentan un color más perceptible, generalmente en tonos amarillos o marrones claros. Aunque menos valiosos que los grados incoloros o casi incoloros, estos diamantes ofrecen una belleza distintiva y un precio más accesible.
Los diamantes clasificados entre N y Z tienen una coloración claramente visible, variando de amarilla a marrón. Aunque menos costosos, pueden ser apreciados por su apariencia única y cálida, siendo una opción económica y creativa para joyería personalizada.
Con plazox podrás aplazar tus compras en 3,6,9 y 12 meses con tus tarjetas de crédito de las entidades adheridas
Para más info consulta tu banco
*Consulta las entidades adheridas en: sistemapay.com/plazox