Rendimiento y estilo para todas sus actividades acuáticas. En la década de 1960, el submarinismo se puso de moda; era un deporte nuevo. Para los buceadores, el tiempo lo es todo, y Breitling se propuso ofrecerles el reloj de buceo más claro posible, eliminando cualquier característica que no sirviera para salva la vida bajo el agua. Este reloj simplificado recibió el nombre de «Slow Motion». Mantenía unas líneas limpias, los fornidos índices luminiscentes, las agujas cuadradas y el anillo de la esfera de alto contraste, todo ello orientado a ofrecer la máxima legibilidad. Práctico, sí. Pero lo que realmente enamoró a todo el mundo fue su aspecto.